PERU: LIGA 1 - FASE 1
FASE 1 - FECHA 1
"El maratón es como una vida". Asà es como empieza a relatar Marcela Gómez el Maratón de Sevilla en el que logró la marca mÃnima que le dio el billete a los Juegos OlÃmpicos de Tokio 2020. Dice esto "porque es mucho tiempo corriendo", y durante las casi dos horas y media de carrera, puede pasar de todo. Como en la vida.
"Yo conocà el atletismo en el colegio cuando tenÃa 13 años y corrÃa 1.500 m. Fui tricampeona provincial, participé en nacionales… Pero en mi paÃs es muy difÃcil poder continuar con el deporte. Soñar con ser atleta, con vivir el dÃa de mañana del atletismo es como ilusorio, porque no tenés apoyo, no tenés incentivo. Pasa la edad escolar y es como que todas las puertas se cierran", recuerda Gómez sobre sus inicios en el atletismo. "Mi marido es el responsable de que yo volviera al deporte diez años después de haberlo dejado. Yo no entrenaba, corrÃa porque me gustaba, trotaba, digamos, no corrÃa. Y él sÃ. Pero él siempre vio como un talento en mÃ. Siempre me decÃa 'Tenés que dedicarte a ello, podés vivir del deporte, vos tenés talento'. Y para alguien que viene del interior argentino, bien del interior, que te digan podés vivir del deporte… es ilusorio. Desear vivir del deporte no existe. Hasta que en tanta insistencia de él le dije un dÃa bueno, voy a intentar", recuerda Marcela Gómez.
"El objetivo ahora es ir a Tokio, no a sacarme una foto y decir que fui a unos Juegos OlÃmpicos. Yo quiero ir a Tokio y, si es posible, mejorar mi marca o hacer una colocación histórica para mi paÃs. No ir para decir 'soy atleta OlÃmpica'. Quiero llegar allá y dar mi mejor. Trabajar al 150 por cien para llegar allá y hacer una buena presentación y dejar bien representado mi paÃs es lo que más quiero", sentencia. Sea como fuere, dos décadas después de dejar el deporte, Marcela Gómez le ha ganado tiempo al reloj. A los diez años sin atletismo. Al récord argentino. A esa marca mÃnima que no ha sido un obstáculo suficiente para que ella esté en Tokio. Y, por fin, vivirá aquello que no era tan ilusioro como creÃa.