PERU: LIGA 1 - FASE 1
FASE 1 - FECHA 1
“Quiero transmitir al mundo la energía y el atractivo de Fukushima a través de mi desempeño”, dice Nitta Yudai, atleta de ciclismo en pista, al reflexionar en el décimo aniversario del Gran Terremoto del Este de Japón.
Nitta fue seleccionado para el equipo Olímpico de keirin y velocidad en junio del año pasado, después del anuncio del aplazamiento por un año de los Juegos de Tokio 2020. Serán sus primeros Juegos Olímpicos desde Londres 2012. Oriundo de Aizu-Wakamatsu, Fukushima, tiene una gran expectativa sobre la recuperación de la región. Motivado por su visión de las zonas afectadas por el desastre, se esfuerza para ser el primer ciclista japonés en ganar una medalla de oro en keirin, modalidad que se originó en Japón.
“Es fácil señalar los diez años como un punto de inflexión, pero, para quienes lo han vivido, nada cambia. Los recuerdos no desaparecen. Nuestra comprensión sobre lo sucedido varía cada vez que pensamos en eso. Es importante seguir compartiendo lo que sucede cada año. No creo que hacerlo sea algo negativo, y es una buena forma de recordar a las personas afectadas por el desastre”. Era el 11 de marzo de 2011. En el marco de su preparación para el Mundial, Nitta –integrante de la selección de Japón- se encontraba en Tokio para una concentración. Sin sesión de entrenamiento ese día, estaba en la ciudad cuando sintió el violento temblor. Los servicios de transporte se detuvieron y las líneas telefónicas cayeron, interrumpiendo la comunicación. Abandonado en un entorno que no conocía, Nitta deambuló por la ciudad lleno de ansiedad.
Cinco días después del terremoto, Nitta debía viajar a Holanda para el Mundial. Pero entrenar no era lo primero en su mente, e incluso puso en duda su participación en la competición. Todavía le costaba comunicarse con la gente de su ciudad, pero los amigos con los que sí pudo contactar le animaron a ir. “¿Debería ir? ¿Sería apropiado priorizar el deporte en un momento así? Estaba lleno de dudas y no sabía qué hacer. Mis amigos y colegas me animaron a ir y demostrar de lo que soy capaz a nivel mundial, competir para levantar el espíritu de los que estaban sufriendo, aunque sea por un momento. Al recibir esas palabras de apoyo, pude ir al Mundial”.
La ciudad natal de Nitta Aizu-Wakamatsu y Shirakawa albergaron a muchas víctimas desplazadas del accidente de la planta de energía nuclear y sufrieron los efectos nocivos de los rumores y la desinformación. Durante ese periodo, recibió el apoyo de mucha gente de su entorno, creando un ambiente que le ayudó a enfocarse en competir. Agradecido, Nitta está decidido a retribuir a los afectados por el desastre: “Al ver la situación en Fukushima, comencé a pensar en cómo podía ayudar al lugar que me había apoyado tanto. Fue el señor Madarame quien me aconsejó ‘impartir la maravilla y la alegría del deporte a los niños’. Lo que comenzó como un esfuerzo para animar a los niños afectados por el desastre, con el tiempo me llevó a ganar motivación a través de ellos”.
Tras el aplazamiento de un año debido a la pandemia de la COVID-19, los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020 serán simbólicos, no solo por coincidir con el décimo aniversario de los esfuerzos de reconstrucción, sino también por muchas otras razones. Nitta opta por tener una perspectiva positiva: “Esta es una oportunidad para pensar en el papel del deporte en la sociedad y los principios fundamentales de los Juegos Olímpicos y sus valores. Creo que los Juegos beneficiarán a Fukushima. Es una región de grandes y ricas tierras, que tiene mucho que ofrecer. Quiero compartir el atractivo y la energía de Fukushima con el mundo”.
Con la esperanza de ofrecer el oro a Fukushima, Nitta Yudai resultó segundo en la prueba de keirin masculino en el Mundial de 2019, y llegó a la cima del ranking mundial ese mismo año. Con un gran aprecio por los esfuerzos de reconstrucción, pronto Nitta competirá en los Juegos de Tokio 2020.
Fuente: Tokyo2020