PERU: LIGA 1 - FASE 1
FASE 1 - FECHA 1
A los 18 años, Santiago Grassi saboreó la gloria en el plano internacional y la categoría Absoluta por primera vez, cuando ganó la medalla de plata en los 100 m estilo mariposa en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015. Cronometró 52,09 (nuevo récord argentino) para terminar solo detrás del récord panamericano registrado por el estadounidense Giles Smith (52,04).
Pero esta no era la primera vez que Grassi había advertido sobre su potencial al mundo de la natación. Pocos meses antes de los Panamericanos, el nacido en Santa Fe rompió uno de los récords más antiguos de la natación argentina, los 52,93 que la leyenda José Meolans había establecido en 2003. Como una figura emergente de la natación Sudamericana, Grassi hizo su debut Olímpico en Río 2016, donde, pese a su impresionante tiempo de 52,56 segundos, no pudo avanzar de las eliminatorias. Luego, en el camino a los Juegos Panamericanos de Lima 2019, se convirtió en el primer nadador argentino en bajar la barrera de los 52 segundos, al registrar 51,88 en una competición universitaria.
Aunque el 2020 fue un año de planes interrumpidos para muchos, Santi fue capaz de sacarle provecho tanto en lo personal como en lo profesional. No solamente se volvió una nadador profesional, al sumarse al equipo Los Angeles Current, de la Liga Internacional de Natación (ISL por sus siglas en inglés), sino que también se graduó de la Universidad de Auburn con un título en Marketing y Gestión del Sistema de Información: “Está en mis sueños lograr una estabilidad económica que me permita nadar tantos años como yo pueda disfrutar y querer hacerlo”, expresó.
Pero uno de los grandes aspectos de la ISL es que da a los nadadores la oportunidad de seguir compitiendo, sin la necesidad de buscar otro empleo: “Mi sueño es poder vivir de la natación, amo este deporte. No lo hago por el dinero, pero hoy en día siendo un adulto y viviendo solo y realmente viviendo de la natación no es tan fácil”.
Fuente y medios: Tokyo2020