PERU: LIGA 1 - FASE 1
FASE 1 - FECHA 1
Es casi imposible resumir la carrera de una atleta como Teresa Perales y hacerle justicia. Tokio 2020 serán sus sextos Juegos Paralímpicos como nadadora, una hazaña que nunca pensó que sería posible cuando comenzó en el deporte hace 25 años. Originalmente comenzó a nadar después de desarrollar neuropatía, una enfermedad que afecta el sistema nervioso y provoca la pérdida del uso de las piernas en tres meses.
Hay dos momentos especiales que le vienen a la mente a Perales cuando se le pregunta sobre sus momentos de mayor orgullo como atleta Paralímpica. El primero fue cuando entró al Estadio Olímpico de Londres para la Ceremonia de Apertura de los Juegos Paralímpicos de Londres 2012. Con 36 años en aquel momento fue la abanderada de España. "Recuerdo las luces, los sonidos, los atletas, las banderas, pero lo que recuerdo especialmente es el momento en que vi a mi pequeño hijo de dos años animándome entre la multitud. Lloré", recuerda Perales.
En los últimos 22 años, Perales ha estado compitiendo al más alto nivel y ha visto una serie de grandes cambios para los atletas Paralímpicos, especialmente en lo que respecta al reconocimiento social. Según ella, la mayor transformación se produjo después de Londres 2012: "Nos presentaron como superhumanos, y creo que esto dio un impulso importante a nuestro movimiento", dice. Londres 2012 fueron los Juegos Paralímpicos más grandes de la historia con 4.302 atletas de 164 Comités Paralímpicos Nacionales (CPN) participando en el evento. Catorce de estos países tomaron parte por primera vez en los Juegos.
Al igual que la mayoría de atletas de todo el mundo, Perales se ha visto afectado por la pandemia del COVID-19: "Fue muy difícil al principio", explica. "Estábamos viendo las noticias sobre lo que estaba pasando en la República Popular de China, la República de Corea e Italia, así que cuando el virus llegó a España, sabíamos que iba a ser una situación muy difícil para nuestro país también".
Cuando las restricciones se empezaron a levantar, reabrieron instalaciones como el Centre d’Alt Rendiment (CAR) de Sant Cugat, uno de los centros de entrenamiento Olímpico de España, y algunos nadadores volvieron al agua. Sin embargo, Perales todavía no ha podido nadar ya que donde vive no se espera que la piscina abra hasta el mes de julio: "No puedo esperar el momento en que pueda saltar de nuevo a la piscina", dice, "nunca he estado fuera del agua tanto tiempo, incluso cuando estaba embarazada, seguí nadando hasta que mi barriga era tan grande que no podía salir de la piscina por mí misma", recuerda.
La nadadora ha estado entrenando durante los últimos tres años para los Juegos del 2020, pero con el aplazamiento y la incertidumbre, Perales reconoce que es difícil tener un plan fijo, pero asegura que estar motivada es básico: “Estar motivada y seguir soñando con los Juegos Paralímpicos es esencial para los nuevos planes. Mi enfoque es mantenerme fuerte. Quiero competir en Tokio", concluye.
Fuente: Tokyo 2020
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