La vida doble de Davies

Frances Davies creció en Tauranga (Nueva Zelanda) y desde pequeña era una gran fan de las 'Black Stikcs', como se conoce al equipo nacional de Nueva Zelanda de hockey femenino. Conocer a sus ídolos, las veteranas Gemma Flynn, Rose Keddell y Sam Charlton, inspiró a la joven Davies a perseguir su pasión por el hockey.

En 2016, Davies compitió para las 'Black Sticks' contra Malasia y ayudó a su equipo a lograr un oro en los Juegos de la Commonwealth de 2018 ante su rival número uno, Australia. Su selección aún sigue en la busca de la escurridiza medalla Olímpica, después de haber jugado y perdido los dos últimos partidos por el bronce; ante Gran Bretaña en 2012 y ante Alemania en 2016. "El pasado marzo, cuando se anunció el aplazamiento, estaba desolada. Cuando entré al equipo de Nueva Zelanda, mi objetivo -y el del resto- era jugar en los Juegos de 2020. Hemos estado entrenando por cuatro años, y sentí como si nos lo hubieran quitado de las manos", reconoció Davies para newsroom.co.nz en octubre del pasado año.

Con los Juegos Olímpicos pospuestos para 2020, France Davies ha encontrado un tiempo extra para cimentar su pasión por la justicia penal. La jugadora de hockey, de 24 años, ha encontrado un trabajo a jornada completa en el Tribunal del Distrito de Auckland, donde ayuda al jurado en la sala del tribunal. Además, sigue con su formación estudiando un Grado en Criminología. "Estoy muy feliz de tener este rol, trabajando con miembros del jurado y ayudándoles a lo largo del proceso. Es un trabajo en el que sé que puedo ascender", dijo.

Pero, además de todo esto, Davies completó su experiencia profesional en Pillars – una organización dedicada a ayudar a niños cuyos padres están en prisión. "Realmente me hizo abrir los ojos", explicó Davies. "Hasta ahora, no sabía qué les pasaba a los niños. Es de locos pensar el estrés que tienen en sus vidas cuando un padre va a prisión. Es algo que realmente les afecta. Esos niños no tienen un modelo al que seguir en la vida para que les ayude a crecer como personas. Pero el mentor les ofrece un aspecto diferente de la vida, nuevas experiencias y le descarga de algo de tensión a la familia. He trabajado en el otro lado, y era muy reconfortante aportar un cambio a las vidas de estos niños". Pero mientras esto le ofrece mucha satisfacción, la nativa de Tanuagan no se plantea dejar el hockey, y ahora se encuentra más cerca que nunca de hacer su debut Olímpico.

Fuente y medios: Tokyo2020